Actualidad San Antonio le devuelve la salud

San Antonio le devuelve la salud

 
 
La reina Doña Teresa, que sufría por la hija como sufre toda madre, y viendo que los médicos ya no podían hacer nada, decidió buscar un médico distinto: San Antonio de Padua.
 
Una noche con su fe envuelta en lágrimas, se puso de rodillas ante el santo y le pidió como nunca lo había hecho, la salud para su hija. Aquella misma noche el Santo de todo el mundo se apareció en sueños a su hija Dulce.
 
- ¿Me conoces? le preguntó el santo. 
- ¿Quién eres?
- Soy San Antonio. Los ruegos de tu madre me han obligado a venir. 
 
Mientras el Santo la bendecía, la enferma Dulce, se asió al cordón para detenerlo y empezó a gritar: “¡San Antonio! ¡San Antonio!”. “¡Ya lo tengo asido del cordón!”.
 
La madre y miembros de la Corte creyeron que deliraba y fueron hasta ella para sosegarla. Ella, con sus ojos llorosos de lágrimas seguía hablando: ¿Dónde está san Antonio? ¡Ahora mismo estaba conmigo! ¡Ya estoy buena! ¡Busquen al Santo que me ha dado la salud!
 
No era una ilusión. 
Dulce caminaba como si nunca hubiera estado enferma.
 
En el palacio todo era alegría. 
La reina Doña Teresa, después de besar a su hija sana, fue a un rincón de su alcoba, y de rodillas daba gracias al santo de Padua, porque le había concedido lo que los médicos no le pudieron dar: la salud de su  hija Dulce. 
 
José Martínez, OFMCap
Tú eres hermosura

Tú eres hermosura

Muchas personas sienten que en su vida y su entorno hay un desmoronamiento de una serie de valores y tradiciones. Esto crea malestar porque arrastra consigo las evidencias y seguridades sobre las que se mantiene su propia visión de la vida y de su vida cristiana.

El Señor te bendiga

El Señor te bendiga

Cuando comenzamos o estrenamos algo nuevo se producen en nosotros una mezcla de ilusión y alegría, pero también un cierto temor a que eso nuevo que acabamos de estrenar no responda a las expectativas e ilusiones que nos habíamos hecho.

Navidad Sagrada

Navidad Sagrada

Nos dice San Buenaventura que San Francisco la llamaba “fiesta de las fiestas en la que Dios, hecho niño pequeñuelo, se crió a los pechos de madre humana”. Con preferencia a las demás solemnidades celebraba con inefable alegría la del nacimiento del niño Jesús.

Suscríbete ahora a “El Mensajero de San Antonio” y por tan solo 14 euros al año recibe cómodamente en tu hogar esta publicación dedicada a San Antonio: el santo del mundo.