Actualidad Renacer en primavera

"Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba".

Así comienza la carta Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la creación. Es un intento de dialogar con todos los seres humanos sobre el cuidado de la casa común. Tenemos especialmente presente el mensaje de este gran documento eclesial en este mes, en el que la naturaleza se despierta. En invierno la tierra duerme, pero en primavera nos presenta el primer verdor, el renacer, el comienzo de la vida.

También a mí, desde mi vivencia de la espiritualidad franciscana de aprecio por la creación me preocupan muchas cosas. Veo en el campo cosas que quisiera no ver: plantas y árboles que florecen a destiempo, animales que no emigran, envenenamiento de los campos por los herbicidas, ríos contaminados...

El mundo natural está en constante cambio, es verdad. La naturaleza tiene sus leyes, pero desde el siglo pasado influye de manera más determinate que nunca la mano del hombre. La manera de relacionarse con el mundo natural no ha sido desde un espíritu de comunión sino de depredación.

La iglesia a lo largo de la historia ha hablado de salvación, de salvación del ser humano. En estos últimos años, el Papa Francisco quiere hacernos caer en la cuenta de que los seres humanos no se salvan si no se salva también la Creación.

En este mes estamos llamados a redescubrir el asombro, la capacidad de maravillarnos por todo lo que vive a nuestro alrededor, la responsabilidad que tenemos de custodiar, de guardar, en vez de destruir nuestra casa común.

Benjamín Echeverría.
Provincial de los Capuchinos

¡Salve, Antonio venerado!

¡Salve, Antonio venerado!

En sus Sermones Dominicales y Festivos tiene este cúmulo de citas: 3.700, el Antiguo Testamento, y 2.400 el Nuevo Testamento. Destacamos, sobre todo, que la fascinación que ha ejercido san Antonio ha sido sencillamente por ser una irradiación de Cristo. A Él sea todo honor.

Vigilancia y calma

Vigilancia y calma

Cuenta el profeta Isaías que cuando la ciudad de Jerusalén estaba sitiada por dos pueblos aliados contra ella y el rey Acaz y el pueblo temblaban de miedo, el profeta Isaías escuchó estas palabras del Señor: “Anda, sal al encuentro de Acaz con tu hijo Sear Yasub y dile: ¡Vigilancia y calma! No temas, no te acobardes… (Is 7,3-4)

La vida después de la pandemia

La vida después de la pandemia

Es el título de un libro que recoge los documentos y las reflexiones del Papa Francisco sobre la pandemia de Covid-19. A través de sus páginas se nos ofrece una dirección, claves y directrices para reconstruir un mundo mejor que podría nacer de esta crisis de la humanidad.

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