Actualidad Renacer en primavera

"Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba".

Así comienza la carta Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la creación. Es un intento de dialogar con todos los seres humanos sobre el cuidado de la casa común. Tenemos especialmente presente el mensaje de este gran documento eclesial en este mes, en el que la naturaleza se despierta. En invierno la tierra duerme, pero en primavera nos presenta el primer verdor, el renacer, el comienzo de la vida.

También a mí, desde mi vivencia de la espiritualidad franciscana de aprecio por la creación me preocupan muchas cosas. Veo en el campo cosas que quisiera no ver: plantas y árboles que florecen a destiempo, animales que no emigran, envenenamiento de los campos por los herbicidas, ríos contaminados...

El mundo natural está en constante cambio, es verdad. La naturaleza tiene sus leyes, pero desde el siglo pasado influye de manera más determinate que nunca la mano del hombre. La manera de relacionarse con el mundo natural no ha sido desde un espíritu de comunión sino de depredación.

La iglesia a lo largo de la historia ha hablado de salvación, de salvación del ser humano. En estos últimos años, el Papa Francisco quiere hacernos caer en la cuenta de que los seres humanos no se salvan si no se salva también la Creación.

En este mes estamos llamados a redescubrir el asombro, la capacidad de maravillarnos por todo lo que vive a nuestro alrededor, la responsabilidad que tenemos de custodiar, de guardar, en vez de destruir nuestra casa común.

Benjamín Echeverría.
Provincial de los Capuchinos

Presencia del Amor de Dios

Presencia del Amor de Dios

El día dos de febrero celebramos el día de la Vida Consagrada. Como recordaba el Papa Juan Pablo II hace unos años, a lo largo de la historia nunca han faltado en la Iglesia hombres y mujeres que han elegido este camino de seguimiento de Cristo. Han dejado todo para estar con Él y ponerse, como Él, al servicio de Dios y de los hermanos. Han contribuido a la misión de la Iglesia y también a la renovación de la sociedad.

Amado Royo, corresponsal del Mensajero de san Antonio

Amado Royo, corresponsal del Mensajero de san Antonio

Hasta escribir estas líneas no he sido consciente de que en cierta manera siempre ha pasado o he tenido al lado a la orden franciscana en algún momento de la vida. Recuerdo de niño que en casa de mi abuela materna, Carmen, estaba el Mensajero de San Antonio, y me gustaba leer las historias para niños que traía y también que la imagen de San Antonio se pasaba de casa en casa en el pueblo.

Con moderación

Con moderación

Iniciamos un nuevo año que se nos vuelve a presentar con nuevas ilusiones, retos y oportunidades. Lo hemos empezado con ganas de “comernos el mundo”. No sabemos cómo discurrirá ni cómo terminará ...

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