Actualidad Navidad en familia

Navidad en familia

Para mucha gente, desgraciadamente, Navidad significa intercambio de regalos, fiestas, viajes. Pero para los cristianos, el nacimiento de Cristo, como sabemos, simboliza mucho más: es renovación, es solidaridad, es fe, es esperanza, es reavivar el amor al prójimo. 

Aun así la Navidad continúa siendo una fiesta universal. “Incluso al que se dice no creyente puede percibir en esta celebración cristiana anual algo extraordinario y trascendente, algo íntimo que habla al corazón

Se suele decir que “la caridad empieza por uno mismo”. Creo que algo así tendríamos que decir de la Navidad. La Navidad empieza en casa. Es verdad que son unas fiestas con un marcado carácter familiar. Tal vez por eso estamos llamados a vivir este tiempo, estas fiestas, desde el amor, la paz y la fraternidad y debemos comenzar por donde debe ser: por la familia. 

El Papa Francisco nos recuerda que no existe la familia perfecta, pero tampoco hay que temerle a la imperfección, a la fragilidad y a los conflictos. “Hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón”. 

La Navidad “no se trata solo de algo emotivo, sentimental; nos conmueve porque dice la realidad de lo que somos: somos un pueblo en camino, y a nuestro alrededor -y también dentro de nosotros- hay tinieblas y luces. Y en esta noche, cuando el espíritu de las tinieblas cubre el mundo, se renueva el acontecimiento que siempre nos asombra y sorprende: el pueblo en camino ve una gran luz. Una luz que nos invita a 
reflexionar en este misterio: misterio de caminar y de ver
”.

Benjamín Echeverría.  
Provincial de los Capuchinos

Capacidad de asombro

Capacidad de asombro

Dice el autor de El Principito, que “no hay más que un problema, uno solo en el mundo: devolver a los hombres un sentido espiritual, inquietudes espirituales”.

Unos minutos con Jesús Mari Bezunartea, colaborador de la revista

Unos minutos con Jesús Mari Bezunartea, colaborador de la revista

Yo soy un fraile capuchino, sacerdote desde hace 51 años; han sido los dos ideales conscientes de mi vida desde que tuve uso de razón. Conocí a los Capuchinos cuando tenía 4 años y no quise saber de otra forma de vida que la que veía e intuía en los frailes que conocí desde esos años en el pueblo donde vivía –Isuerre, norte de Zaragoza-

Alegraos y regocijaos

Alegraos y regocijaos

El Papa Francisco ha presentado un nuevo documento, una carta apostólica sobre la Santidad en el mundo actual, Gaudete et Exsultate, “Alegraos y Regocijaos”. Nos habla de la santidad como un camino para todos, como una manera de salir de la mediocridad cotidiana y, sobre todo, nos habla de una búsqueda llena de gozo.

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