Actualidad San Antonio

San Antonio

 Es difícil encontrar una ciudad o un pueblo en el que no hay una imagen o altar del santo. En nuestras casas ponemos siempre su calendario para que también nos acompañe y proteja a lo largo del año; para que San Antonio esté presente en nuestra vida. Se le representa con el lirio, símbolo de su pureza, con el niño Jesús en brazos, o con el libro, la Sagrada Escritura, en la mano. Amado e invocado por el pueblo sencillo, siempre ha visto en él al protector de los pobres. 

En todo el mundo se le venera por su fama de milagrero.  Son conocidos los milagros de la predicación a los peces, de la mula que se arrodilla ante el Sacramento, del pie cortado por un oyente arrepentido que luego recompone el santo, el corazón del avaro hallado en su arca, las repetidas bilocaciones… 

La intercesión de san Antonio también se ha experimentado en realidades más sencillas y cotidianas que para la persona afectada pueden tener importancia: el hallazgo de una cosa perdida, el logro de un puesto de trabajo, el aprobado de un examen, el encontrar novio…

Decía san Juan Pablo II en su visita a Padua que “los tiempos cambian, pero los principios fundamentales permanecen”. Esto mismo lo podemos aplicar a nuestro conocimiento y devoción a San Antonio. Casi no conocemos sus escritos, su teología y su espiritualidad. 

En su corta vida, siguiendo siempre la escuela de San Francisco de Asís, supo orientar y construir su vida desde Cristo. Él fue un hombre de oración, franciscano, estudioso de la Escritura y de los Padres de la Iglesia e infatigable predicador. La principal fuente para conocer su vida y su mensaje son los sermones Dominicales y de los Santos que escribió. En ellos se refleja su pensamiento y su persona.

La Sagrada Escritura es siempre un libro vivo para la vida y debemos actualizarlo en la vida personal y en la de nuestras comunidades cristianas. Aprendemos de San Antonio que hizo del Evangelio de Jesús su forma de vida. Por eso su predicación, centrada en la Palabra de Dios, fue el modo de animar la fe de la gente que le escuchaba. 

Escribe san Antonio: “Cristo, que es tu vida, está colgado delante de ti, para que tú mires en la cruz como en un espejo. Allí podrás conocer cuán mortales fueron tus heridas, que ninguna medicina habría podido curar, a no ser la de la sangre del Hijo de Dios. Si miras bien, podrás darte cuenta de cuán grandes son tu dignidad humana y tu valor... En ningún otro lugar el hombre puede comprender mejor lo que vale que mirándose en el espejo de la cruz”.

Fr. Benjamín Echeverría, OFMCap

Vender el Nuevo Testamento

Vender el Nuevo Testamento

A lo largo de este año queremos poner ante los lectores una serie de Escenas Franciscanas que, a nuestro juicio, tienen un alto poder de evocación. Algunas de ellas son conocidas, otras no tanto. Haremos de ellas una lectura social, aquella que une la fuente franciscana, por antigua que sea, con la sociedad de hoy. El texto viejo cobra así brillo nuevo y nuestra vida se enriquece con su enseñanza.

Algunos rasgos de San Antonio

Algunos rasgos de San Antonio

Es difícil describir su retrato físico por carencia de detalles. Dada la popularidad alcanzada por san Antonio, no hemos de extrañar que la gente llegara a idealizarlo. Así es como se creó esa imagen de un fraile gentil y delicado, de rostro juvenil. Pero la biografía que se escribió para su canonización, conocida con el nombre de Legenda Asidua, describe a san Antonio como “corpulento y pesado”.

Imágenes y símbolos de San Antonio de Padua

Imágenes y símbolos de San Antonio de Padua

La iconografía de San Antonio comprende un conjunto de símbolos; juventud, hábito, libro, Niño Jesús, azucena, llama, corazón, pan- que expresan bien una característica de su personalidad (función de recuerdo), bien los dones y cualidades de que la devoción popular le ha revestido (función simbólica).

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