Actualidad La vida después de la pandemia

La vida después de la pandemia

Al mismo tiempo, el Papa desea sembrar esperanza en medio de tanto sufrimiento y desconcierto. Es una esperanza basada en la fe, “porque con Dios la vida nunca muere”. 

Decimos o nos dicen que en este tiempo hemos aprendido mucho. Por otro lado, hay quien piensa que en seguida olvidamos lo aprendido. Nuestra vida tras la pandemia no pude ser una réplica de lo que ha sido hasta ahora. Parece claro que ha llegado el momento en el que prepararnos para un cambio fundamental en el mundo, tras haber experimentado con el/la Covid-19 una gran vulnerabilidad. Desde lo que conocemos por los medios de comunicación vemos que en los distintos países se ha respondido a esa vulnerabilidad con determinación y solidaridad. Esto nos demuestra que “podemos cambiar, y ahora está en nuestras manos traducir estas actitudes en una conversión permanente, con resolución y solidaridad, para afrontar amenazas mayores y con efectos a más largo plazo”.

Una de las cosas que más nos ha dolido y empobrecido es la pérdida del contacto humano con nuestros familiares, amigos y vecinos. 
Y, sobre todo, cuando personas cercanas y queridas han muerto y no hemos podido despedirnos ni estar junto a ellas en los últimos momentos, ni llorarlas luego adecuadamente. 

Los especialistas sanitarios hablan de “rebrote”, o de que se va a quedar con nosotros un tiempo largo este virus, con lo que hemos de tener que buscar medios para seguir haciendo frente a la vida amenazada. Este no es un tiempo para la indiferencia, porque todo el mundo estamos afectados y tenemos que estar unidos para hacer frente a esta situación. 

Estamos llamados a contagiar esperanza y a ser conscientes de que un nuevo tiempo de solidaridad debe poner a todos los seres humanos en el mismo plano de dignidad.  Tenemos también un buen criterio: “seamos misericordiosos con el que es más débil. Solo así reconstruiremos un mundo nuevo”. Junto al compromiso y la acción el Papa nos recuerda que la oración es fundamental para ver la situación con esperanza. “Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos”.

Benjamín Echeverría

Capacidad de asombro

Capacidad de asombro

Dice el autor de El Principito, que “no hay más que un problema, uno solo en el mundo: devolver a los hombres un sentido espiritual, inquietudes espirituales”.

Unos minutos con Jesús Mari Bezunartea, colaborador de la revista

Unos minutos con Jesús Mari Bezunartea, colaborador de la revista

Yo soy un fraile capuchino, sacerdote desde hace 51 años; han sido los dos ideales conscientes de mi vida desde que tuve uso de razón. Conocí a los Capuchinos cuando tenía 4 años y no quise saber de otra forma de vida que la que veía e intuía en los frailes que conocí desde esos años en el pueblo donde vivía –Isuerre, norte de Zaragoza-

Alegraos y regocijaos

Alegraos y regocijaos

El Papa Francisco ha presentado un nuevo documento, una carta apostólica sobre la Santidad en el mundo actual, Gaudete et Exsultate, “Alegraos y Regocijaos”. Nos habla de la santidad como un camino para todos, como una manera de salir de la mediocridad cotidiana y, sobre todo, nos habla de una búsqueda llena de gozo.

Suscríbete ahora a “El Mensajero de San Antonio” y por tan solo 14 euros al año recibe cómodamente en tu hogar esta publicación dedicada a San Antonio: el santo del mundo.