Actualidad Desde el año 1992, el 11 de febrero se conmemora la Jornada Mundial del Enfermo.

Desde el año 1992, el 11 de febrero se conmemora la Jornada Mundial del Enfermo.

 

La salud es uno de los bienes fundamentales del ser humano y constituye una de sus aspiraciones permanentes. En nuestra sociedad del bienestar observamos actitudes contradictorias ante la salud: se exalta e idealiza el vigor y la salud física y se olvida la salud afectiva, mental y espiritual. Reflexionar sobre la naturaleza del dolor y la fragilidad de la condición humana nos enriquece como personas. La acción evangelizadora de la Iglesia con los enfermos se inspira en el primer evangelizador, en Cristo, que pasó curando y evangelizó curando: «Recorría ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias» (Mt 9, 35)

La enfermedad afecta también a la familia, a veces profundamente. Cambia sus planes y trastorna su ritmo de vida. Es fuente de inquietud y de dolor, de conflictos y desequilibrios emocionales y pone a prueba los valores sobre los que se asienta. La enfermedad constituye también para la familia una experiencia dolorosa y dura. Por otra parte, el papel de la familia del enfermo es fundamental e insustituible. El enfermo necesita su cariño y sus cuidados para sentirse seguro, su comprensión y paciencia para no verse como una carga y un estorbo, y necesita su compañía y apoyo para poder afrontar con realismo y asumir con paz la enfermedad. 

El año pasado, en el mensaje que el papa Francisco lanzó para este día, incidía en que “hemos sido creados para estar juntos, no solos. Y es precisamente porque este proyecto de comunión está inscrito en lo más profundo del corazón humano, que la experiencia del abandono y de la soledad nos asusta, es dolorosa e, incluso, inhumana. Y lo es aún más en tiempos de fragilidad, incertidumbre e inseguridad, provocadas, muchas veces, por la aparición de alguna enfermedad grave”. El Papa actual insiste mucho en la necesidad de cuidarnos, en la “cultura del cuidado”. Nos dice que el primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es el de una cercanía llena de compasión y de ternura. Por eso, cuidar al enfermo significa, ante todo, cuidar sus relaciones, todas sus relaciones; con Dios, con los demás —familiares, amigos, personal sanitario—, con la creación y consigo mismo. Para hacer esto posible nos hemos de fijar en la imagen del Buen Samaritano (cf. Lc 10, 25-37), en su capacidad para aminorar el paso y hacerse prójimo, en la actitud de ternura con que alivia las heridas del hermano que sufre.

Fr. Benjamín Echeverría, OFMCap

Pascua de Resurrección: volver a creer

Pascua de Resurrección: volver a creer

En este mes de abril celebramos la fiesta más importante para los cristianos: la Pascua de Resurrección. Es una fiesta “móvil”, celebrada entre el 22 de marzo y el 25 de abril. La luna llena de primavera marca la fecha en la que hemos de celebrarla cada año.

Día internacional de la mujer

Día internacional de la mujer

Cada 8 marzo se celebra este día para recordar al mundo que la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres aún no se ha alcanzado. Los medios de comunicación constantemente nos muestran que en nuestros días tampoco la discriminación ha desaparecido.

Presencia del Amor de Dios

Presencia del Amor de Dios

El día dos de febrero celebramos el día de la Vida Consagrada. Como recordaba el Papa Juan Pablo II hace unos años, a lo largo de la historia nunca han faltado en la Iglesia hombres y mujeres que han elegido este camino de seguimiento de Cristo. Han dejado todo para estar con Él y ponerse, como Él, al servicio de Dios y de los hermanos. Han contribuido a la misión de la Iglesia y también a la renovación de la sociedad.

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